BTOY en el IES Cartima

Ayer viernes acabó el trabajo de Andrea Michaelsson en el IES Cartima; se marchó a Barcelona para continuar con nuevos proyectos y a partir de ahora todo el caudal de sensaciones y reflexiones acumulado durante una semana empieza a reposar. Son muchas las conclusiones que se pueden sacar de esta experiencia; creo que la primera es que en Educación merece mucho la pena arriesgar; hay tanto que ganar que los errores no deben ser entendidos como un obstáculo.
Andrea podría haber sido una artista; muy buena, pero una artista sin más. Esta semana hemos descubierto que además tiene unas aptitudes pedagógicas que no conocíamos; quizás eran desconocidas para ella también: nunca antes había trabajado con jóvenes de doce años, y menos aun durante cinco días. O quizás tiene una fantástica capacidad para apropiarse de una metodología y hacerla suya. O la afinidad entre su visión de la creación y nuestra concepción de la enseñanza y el aprendizaje es enorme. Fue llamativo (y no estuvo preparado aunque podríamos haberlo hecho) que cuando presentó el proyecto el primer día hizo mucho hincapié en la planificación, en el trabajo en equipo, y en la utilización de información fiable en los proyectos cuando se recurre a Internet; es decir, los criterios de evaluación globales de este proyecto.
O puede que el Aprendizaje basado en proyectos, cuando se conecta a la realidad, genere este tipo de sinergias tan enriquecedoras simplemente porque está cargado de sentido para todos.
O quizás un poco de cada cosa.

Lo cierto es que ella ha situado al alumnado en el centro del proceso creativo, ellos han desarrollado la mayor parte del trabajo y en ningún momento han sido espectadores viendo a una artista trabajar, han tenido que pensar y tomar decisiones, ha conseguido que ellos se autorregulen durante el proceso, han experimentado la importancia del trabajo en equipo. Les ha proporcionado una experiencia de aprendizaje a buen seguro inolvidable. Y además ha añadido un componente emocional muy potente a todo el proceso; fue impresionante la despedida y la cantidad innumerable de fotos que se hicieron con ella. Definitivamente Andrea es otra mujer que ha dejado huella en nuestra comunidad educativa.
Las investigaciones en neurociencia sobre la importancia de las emociones en la escuela parecen concluyentes y los resultados de este proyecto nos irá demostrando cuán significativo es el aprendizaje cuando está vinculado a una emoción, a una experiencia relevante para el aprendiz.
Muy emocionantes fueron también las caras de María José Subires, Nicolás (el marido de Mercedes Labrador) e Isabel Fernández cuando vieron el mural; esta última tuvo la fortuna de presenciar la creación completa de su imagen. Y su expresión de asombro cuando se retiró la última plantilla y pudimos ver el resultado final: ¡pero si soy yo! exclamó. Según nos contó Andrea es muy habitual esta reacción entre las personas que se ven reflejadas en sus murales.



Por otra parte este proyecto nos ha puesto a prueba como equipo de profesionales: durante toda las semana, y ya un día de la pasada, todo el profesorado ha colaborado y participado del proceso y hemos podido experimentar qué enriquecedor resulta compartir objetivos y colaborar para conseguirlos. Sin la flexibilidad de todos a la hora de ajustar tiempos y espacios hubiera sido imposible la continuidad del trabajo, imprescindible en este proyecto, y sin la implicación en la realización de las tareas el alumnado no hubiera tenido la perspectiva interdisciplinar de la que ha disfrutado. Seguimos avanzando en el camino del yo al nosotros lenta e inexorablemente. El esfuerzo está siendo enorme pero tenemos claro que todo lo que no consigamos este año será un poco más difícil cada nuevo curso. Somos conscientes de que estamos sentando las bases de formas de organización, de estilos docentes, de marcos de convivencia que con el tiempo las familias demandarán si los echan en falta. No se conformarán con menos y harán bien porque la escuela pública tiene capacidad de sobra para ofrecerlos.

También me parece interesante recoger una parte de la reflexión que hicimos con uno de los grupos el viernes y sus respuestas a la pregunta ¿qué os ha aportado este proyecto?. Las fuimos anotando en la pizarra: emoción, creatividad, investigación, imaginación, trabajo en equipo, aprender una técnica de expresión gráfica, iniciativa ... Hay alumnos y alumnas que quieren colgar en su habitación un graffiti hecho por ellos, otros preguntan si vamos a decorar más espacios del centro, ... Aprovechamos la visita del Alcalde de Cártama, para pedirle delante del alumnado, del profesorado y de las familias un espacio público en el municipio para que nuestro alumnado pueda expresar su creatividad en la calle con respeto, sin vandalismo. Por cierto, la pregunta ¿arte o vandalismo? ha generado debates interesantes en los tres grupos.
En este sentido hay que volver a subrayar que sin el clima de convivencia del que disfrutamos en el centro sería imposible desarrollar este tipo de proyectos. Nos comentaba Andrea que ella dejó su ordenador en la Biblioteca, que permanecía abierta toda la mañana cada día, porque veía que nosotros hacíamos lo mismo con nuestros dispositivos; pero le sorprendió  mucho que esto fuera posible. Como comentamos en la sesión de formación que tuvimos con ella el jueves por la tarde, este es  otro fruto de un intenso esfuerzo colectivo en el que compartimos el mismo objetivo, y en el que los mediadores escolares están jugando un papel clave.

Es obligado agradecer a las instituciones el respaldo que nos brindan una y otra vez, no sólo por cortesía. Todavía se oye alguna voz que cuestiona la legalidad de esta filosofía pedagógica, mostrando un profundo desconocimiento de la normativa por un lado y una gran resistencia a la innovación y a la mejora de la escuela por otro.  Por ello fue tan importante tener con nosotros a Soraya García, Directora del Instituto Andaluz de la Juventud, a María Teresa Rodríguez de Sepulveda, Coordinadora Provincial de Formación de la Delegación Territorial de Educación, Cultura y Deporte de Málaga, a Juan Manuel Criado, Director del CEP de Málaga, a Isabel Fernández Olmo, responsable de la Fiscalía de Menores de Málaga (que nos felicitó reiteradamente por nuestro trabajo), a Juan Rodríguez, Concejal de Educación y Deporte, y al ya mencionado Jorge Gallardo, Alcalde de Cártama.
No lo olvidemos: el cambio y la mejora de la escuela pública no es viable sin el apoyo de la administración; y en el IES Cartima se está haciendo una apuesta real en este sentido, a pesar de la carestía de recursos que todavía padecemos. Todavía cuando alguien pregunta qué tal os va en el Proyecto Cártama suelo responder: nos están dejando hacer lo que creemos que hay que hacer en la escuela, lo que prometimos que íbamos a hacer en esta escuela. Creo que podemos sentirnos afortunados porque, por desgracia, la administración no siempre ha cumplido sus compromisos.

Para terminar un vídeo que resume las distintas fases del trabajo realizado. Aunque no muestra en toda su dimensión lo que está ocurriendo dentro del alumnado, del profesorado y de las familias del IES Cartima. Enhorabuena a todos los que han vivido esta experiencia.

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